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Ver a liberalios defendiendo aranceles y a la Berdadera Hizquierda pidendo libre comercio con sistemas popular-esclavistas es todavía más rococó que encontrar a fachalangistas y bolcheviques defendiendo a Putin. Qué época nos ha tocado vivir.
Toda mi existencia alucinando pepinillos con su obra para terminar descubriendo que Orwell y Huxley escribían ñoños y amables cuentos para niños. La bida
Ver a liberalios defendiendo aranceles y a la Berdadera Hizquierda pidendo libre comercio con sistemas popular-esclavistas es todavía más rococó que encontrar a fachalangistas y bolcheviques defendiendo a Putin. Qué época nos ha tocado vivir.
Toda mi existencia alucinando pepinillos con su obra para terminar descubriendo que Orwell y Huxley escribían ñoños y amables cuentos para niños. La bida
Pues la verdad no he visto muchos liberales defendiendo los aranceles de Trump, Juan Ramón Rayo los critica por ejemplo. Sin embargo reclamando libre comercio y respeto a los TLC, he visto a gente que hasta hace 10 años decían con vehemencia que los tratados de libre comercio era colonialismo transnacional de los países ricos de economías de escala contra los pequeños y débiles, para convertir a los seres humanos en mercancías, y que había que rechazarlos.
China subira sus aranceles a importaciones USA un 84% desde el jueves, basicamente vamos a una imposibilidad real de comercio entre USA y China.
Y empiezan los problemas en la deuda publica USA.
China es la mas perjudicada en una guerra de aranceles, porque el mayor centro de consumo del mundo es USA. China depende de venderle a los demás, porque su consumo interno es débil.
Pongo el artículo semanal de Roger Senserrich porque desde Europa a veces se nos escapa lo tremendamente amoral del gobierno actual de los USA. No solo se trata de aranceles, sino de como está destrozando la democracía y convirtiendose en un autócrata.
La guerra contra los abogados De cómo las élites americanas nunca entendieron a Lando Calrissian
Roger Senserrich
Hace un mes, la Casa Blanca publicó una orden ejecutiva con un título un poco extraño: “Adressing risks from Paul Weiss” (resolviendo los riesgos de Paul Weiss).
Paul, Weiss, Rifkind, Wharton & Garrison LLP (Paul Weiss) es un bufete de abogados radicado en Nueva York con más de 1.200 letrados, una de las white shoe firm (despacho de zapatos blancos, como se conocen los bufetes de élite) más prestigiosas del país. En la orden, la administración detalla una serie de prácticas que considera “poco éticas” por parte del bufete, entre las que se incluyen emplear a Robert Muller, el exdirector del FBI que llevó la investigación de la trama rusa, cooperar en las acusaciones contra los asaltantes al Capitolio ese seis de enero, o haber contratado uno de los fiscales que llevaron el caso que acabó condenando a Trump por docenas de delitos en Nueva York¹. Además, también critica practican políticas de personal basadas en “diversidad, equidad e inclusión”, que la Casa Blanca considera discriminatorias.
Debido a estos tremendos “crímenes”, la administración, dice, se ve obligada a tomar medidas de inmediato conta Paul Weiss. Primero, va a retirar cualquier acceso a documentos clasificados o secretos a sus empleados, haciendo imposible para el bufete llevar cualquier caso de seguridad nacional. Segundo, van a cancelar todos los contratos que cualquier agencia federal tenga como ellos. Tercero, van a denegar la entrada a sus empleados a cualquier edificio o instalación federal. Cuarto, prohíben al gobierno contratar a nadie que haya trabajado para ellos.
Para un bufete como Paul Weiss, especializado en llevar casos increíblemente complicados en temas relacionados con finanzas, defensa, y seguridad nacional, estas medidas son poco menos que un asesinato empresarial. Si tus clientes son compañías que trabajan con el Pentágono, o bancos que están aplicando sanciones o cooperando con el gobierno en casos de crimen organizado, o empresas enormes que están trabajando con la administración, el decreto hace todos esos contratos inviables. Paul Weiss pasa a ser un bufete de pueblo con abogados sin acceso a nada. Son medidas brutalmente punitivas.
Como de costumbre, tengo que repetir lo mismo de siempre: esto es completamente ilegal. El gobierno federal no puede decidir, por las bravas, que un bufete de abogados tiene empleados que le caen mal o ha llevado casos o representando clientes con los que no está de acuerdo y que eso es motivo para destruirles. El gobierno federal no puede tampoco establecer, a lo bruto, que una empresa contrata a gente “mal” y que sus políticas de personal justifican volarlo por los aires. Trump, sin embargo, cree que Paul Weiss son el enemigo, así que está utilizando el poder del estado para tomar represalias contra ellos.
Rendiciones
El decreto contra Paul Weiss pasó relativamente desapercibido más allá del mundillo de la abogacía de élite en Estados Unidos y cuatro frikis de la política. Eso se debe, en parte, a que nadie en los medios iba a llorar demasiado fuerte porque un grupo de letrados increíblemente bien pagados se llevaran un sopapo, y en parte porque no era la primera orden de esta clase. Trump había promulgado decretos parecidos contra otros bufetes pocos días antes. Bajo cualquier otro presidente, este sería un documento increíblemente inusual. Bajo Trump, era otro viernes.
En ocasiones anteriores, los bufetes implicados anunciaron que estudiarían sus opciones o llevaron a la administración a los tribunales de inmediato, acusándoles (con razón) de saltarse media docena de leyes y artículos de la constitución. En el caso de Paul Weiss, la historia fue distinta. Una semana después, el 21 de marzo, la Casa Blanca publicaba otra orden ejecutiva detallando las “medidas compensatorias” que habían pactado con ellos para retirar el decreto anterior. Paul Weiss reconocía que uno de sus exempleados había acusado a Trump falsamente (¡aunque fue condenado por ello!), dejarían de aplicar política de equidad, y se comprometían a ofrecer el equivalente a $40 millones en representación legal pro-bono (es decir, gratuita) en apoyo de causas y temas legales que sean del agrado del presidente.
Esto es: ante un ataque legalmente injustificable a su empresa y la amenaza de que la administración les penalizara por simplemente contratar a gente que cae mal a Trump, Paul Weiss decidió que era mejor rendirse, darle $40 millones en mano de obra gratuita a Trump y lamerle las botas furiosamente. El bufete de abogados decidió no litigar nada para defenderse.
En las semanas siguientes, la administración Trump ha publicado una orden ejecutiva tras otra contra prácticamente todos los bufetes de abogados de élite del país. Las excusas varían; todas son acusadas de ser woke y “discriminar” con sus políticas de inclusión y equidad, pero la lista de “riesgos” a la seguridad es distinta para cada una, aunque incluye invariablemente haber trabajado con demócratas o con alguien que osó investigar a Trump en el pasado. Hasta ahora, nueve bufetes han llegado a acuerdos con la administración, con promesas de ser menos woke, purgar a los enemigos del régimen, y ofrecer millones de dólares en servicios gratuitos al presidente. Tenemos, además de los $40 millones de Paul Weiss, $100 millones de Cadwalader, $100 millones de Milbank, $100 más de Skadden Arps, $100 millones de Willkie Farr, con &O Shearman, Kirkland & Ellis, Latham & Watkins y Simpson Thacher pasando por caja por $125 millones cada uno.
Estos bufetes, cuando explican por qué se rinden patéticamente ante un presidente que está usando el poder del estado contra sus enemigos, suelen argumentar que lo hacen para “proteger a sus clientes”. Si están representando a una empresa con contratos federales y caen en el punto de mira de Trump, no pueden defenderles de forma efectiva. Tienen que ceder para hacer su trabajo.
Mi impresión, sin embargo, es que si yo fuera un cliente de Paul Weiss y viera que mis abogados son incapaces de defender sus propios derechos constitucionales ante una extorsión presidencial a plena luz del día, eso me generaría muy serias dudas si van a esforzarse demasiado defendiendo mis intereses de forma efectiva, o se pondrán a llorar igual a poco que les aprieten.
Batallas legales
Las capitulaciones de tantos bufetes punteros (incluyendo los dos más importantes del país por nivel de ingresos) es más extraordinaria cuando se compara con la reacción de otros más pequeños. Perkins Coie fue el primero en recibir la atención Trump, en su caso por haber representado a Hillary Clinton en las elecciones presidenciales del 2016 y haber trabajado con George Soros. Lejos de amedrentarse, Perkins (radicados en Seattle, y han sido siempre los abogados de Boeing) llevó a la administración a los tribunales de inmediato, exigiendo la suspensión del decreto. Más de 500 bufetes de todo el país firmaron un documento en su apoyo.
Un juez federal inmediatamente bloqueó la medida, dos días antes de que Paul Weiss recibiera la orden ejecutiva. Los bufetes que han decidido resistirse (que son minoría) han ganado en los tribunales suspensiones cautelares, los jueces, sin excepción, expresando horror ante la obvia ilegalidad de las acciones de Trump. Paul Weiss, Kirland, Skadden, y el resto de los bufetes que están actuando como pagafantas entusiastas postrándose ante la administración están rindiéndose porque quieren.
La prueba de Lando Calrissian
Aunque es difícil sentir compasión alguna por abogados millonarios lamiendo botas al presidente, estas batallas legales son representativas de algo que hemos visto múltiples veces durante las últimas semanas. La administración Trump decide tomar represalias excediendo cualquier justificación o autoridad legal contra una empresa o institución al azar, sean universidades, medios de comunicación, estados, o empresas variadas. Casi todas estas acciones son ridículas, están basadas en premisas absurdas o se inventan leyes por completo. Trump, por ejemplo, está retirando miles de millones de dólares en fondos a universidades por todo el país acusándolas de ser woke, tener deportistas transexuales, y no reprimir el antisemitismo en sus campus, o expulsó a Associated Press de la Casa Blanca por negarse a llamar al Golfo de México “Golfo de América”.
Ante estos ataques, las entidades que deciden responder con abogados ganan en los tribunales, sin excepción. A pesar de ello, la mayoría de las instituciones deciden postrarse ante la administración y hacer lo que les exigen, por absurdas que sean sus demandas. El caso más patético ha sido Columbia, que firmó un “acuerdo” con la Casa Blanca para “combatir el antisemitismo” que esencialmente daba el control de gran parte de sus decisiones sobre disciplina al gobierno federal y disolvía de facto un par de departamentos académicos. La respuesta de la administración no fue darles palmaditas en la espalda, sino que decirles que saltarán más alto, amenazándoles con retirar otra millonada de su presupuesto.
¿Os acordáis de esa escena en “El Imperio Contraataca” cuando Darth Vader le dice a Lando Calrissian que los términos de su acuerdo con el imperio han cambiado, y que más vale que rece para que no vuelva a alterarlos?
Demasiadas instituciones americanas están viéndose confrontadas por la prueba de Lando, pero en vez de enviar a Trump a la mierda, deciden rendirse una y otra vez.
Aceptando a los tiranos
Estos días, con los aranceles, algunos me habéis preguntado por qué el sector empresarial americano no estaba diciendo apenas nada sobre la esta debacle, o las múltiples pifias, cacicadas, y voladuras incontroladas de agencias clave del gobierno federal. Parte del problema, me temo, es que esta gente nunca ha visto “El Imperio Contraataca”. También, creo, es que existe un genuino temor a que la Casa Blanca la tome contigo y decida ir a por tu institución o empresa. Así que te quedas con un artículo tras otro con títulos como “esto es lo que dicen los líderes empresariales sobre Trump en privado”, o reportajes sobre lo indignados que están en Wall Street con los aranceles plagados de citas anónimas.
Lo que hace posible la existencia de regímenes autoritarios no es tanto un elevado apoyo popular, sino un estudiado rechazo de las instituciones y élites empresariales del país a oponer resistencia a sus intentos de controlarles. Tengo mis dudas de que Trump y sus secuaces puedan llegar a instaurar una democradura estilo Orban en Estados Unidos, en parte porque este es un país demasiado rico para que sea sostenible, en parte porque creo que son demasiado incompetentes y estúpidos para saber hacerlo.
Ver a tantas empresas e instituciones rindiéndose alegremente ante las fascistadas del régimen, no obstante, sigue siendo preocupante.
Bolas extra
Trump está intentando subvertir las elecciones del 2026.
El Supremo les ha dado la razón a los abogados de un inmigrante legal que fue deportado a campo de trabajos forzados en El Salvador sin juicio previo ni haber cometido ningún crimen, exigiéndoles que faciliten su regreso.
La administración Trump les ha contestado al juez que el inmigrante está en manos del gobierno de El Salvador y que por lo tanto no pueden hacer nada para repatriarle, que no es cosa suya. Está en otro país, eso es política exterior, y, por lo tanto, no es competencia judicial.
Si eso os suena como una excusa estupenda para coger a una persona al azar por la calle, meterla en un avión a un gulag salvadoreño sin juicio previo y decir “ah, se siente” al juez no vais desencaminados. Veremos cómo se toma el supremo este argumento innovador, y si Trump se digna a hacerles caso.
La administración Trump también está marcando a inmigrantes legales en el registro de la seguridad social como “muertos” para animarlos a abandonar el país, sin juicio ni notificación previa. Léase el comentario anterior sobre la posibilidad que decidan “matar” a gente que les cae mal.
1 Es que, no debemos olvidarlo, Trump es un criminal convicto.
desde Europa a veces se nos escapa lo tremendamente amoral del gobierno actual de los USA. No solo se trata de aranceles, sino de como está destrozando la democracía y convirtiendose en un autócrata.
Lo he puesto en el hilo de la guerra pero creo que merece la pena ponerlo aquí también.
Si a algún despistado en Europa aún se le escapa pronto se caerá del guindo
Ya sabía de esto desde hace unas semanas. Sigo el canal de Legal Eagle en youtube y el listado de ilegalidades de la administración Trump es inaudito no ya en EEUU, sino en cualquier país que se quiera considerar democrático
Lo de los famosos venezolanos del Tren de Aragua, por ejemplo. Ni siquiera han publicado los datos de quiénes son los deportados, sólo se conocen algunos por los testimonios de familiares o amigos, y los motivos son cuando menos ridículos (por ejemplo, viejos tatuajes, ni siquiera la comisión de un delito menor). Además, haciendolo en contra de órdenes judiciales instando a parar temporalmente el proceso de expulsión. Trump se está pasando por el forro los dos pilares del sistema judicial estadounidense, la probable cause y el due process, que están garantizados en la constitución estadounidense para CUALQUIER persona en los EEUU
Y tienes que leer las gilipolleces de Diony al respecto. Pobres venezolanos, si la única defensa con la que contaran fuera la de semejante tarado
Ahora les preocupa mucho el respeto al sistema judicial, los mismos que dicen "jueces fachas" en España.
Sí, claro, es "humanismo" y no es porque eso ahora forma parte del discurso contra Trump, por lo que si no estuviera Trump de por medio, a nadie le importaría. Antes los asquerosos venezolanos eran una raza impresentable e insoportable de fachas que contaminan el ambiente progresista de España escapando del paraíso socialista. Ahora que son parte del discurso contra Trump, son "pobrecitos".
Hace unos meses en Chile les quemaron un campamento y todas sus pertenencias a venezolanos que escapaban del socialismo para llegar al neoliberalismo. La respuesta del gobierno de izquierda chileno fue imponer más limitaciones migratorias a los venezolanos y quitarles los permisos. Pero era un gobierno de izquierda, y a nadie le importó, y nadie se indignó. La "indignación" viene dependiendo del victimario. Esas hipocresías de mierda de los zurdos me las conozco de memoria.
El del gusano en la cabeza ha encargado a un colega, tan magufo y flipado como él, que estudie el origen del autismo
¿Qué creen que determinará?
¡Emoción!
¡Intriga!
¡Dolor de barriga!
Comentarios
¿Meidas News? Ay madre, @Vlish , que te nos haces podemita!
Distopía intensifies.
Pues la verdad no he visto muchos liberales defendiendo los aranceles de Trump, Juan Ramón Rayo los critica por ejemplo. Sin embargo reclamando libre comercio y respeto a los TLC, he visto a gente que hasta hace 10 años decían con vehemencia que los tratados de libre comercio era colonialismo transnacional de los países ricos de economías de escala contra los pequeños y débiles, para convertir a los seres humanos en mercancías, y que había que rechazarlos.
Trump daña el libre comercio que existe ahora, y es diferente que oponerse a más libre comercio para el futuro.
Pero entiendo que debe ser duro criticar a Trump.
No, ahora hay una derecha tan enemiga del libre comercio como la izquierda.
China subira sus aranceles a importaciones USA un 84% desde el jueves, basicamente vamos a una imposibilidad real de comercio entre USA y China.
Y empiezan los problemas en la deuda publica USA.
Nada que no pudieran resolver reduciendo el gasto de defensa. Los US gastan más en defensa que los dieciocho países siguientes que más gastan juntos.
China es la mas perjudicada en una guerra de aranceles, porque el mayor centro de consumo del mundo es USA. China depende de venderle a los demás, porque su consumo interno es débil.
Tenemos a un nuevo Sun Tzu. Y a un nuevo cortesano entusiasta.
https://x.com/gurgavin/status/1910032155993866365?t=QD2y6fM6PN-GyD9A1MCkmA&s=19
https://x.com/sam_d_1995/status/1910037526632427992?t=mEwrw8pmzSzLvKZduUEoYQ&s=19
El portavoz del Pentágono retuiteando a RT
El ministro chino de exteriores se viene arriba y cita a Mao
Justito antes del anuncio promociona su empresa y sube un 21%. Con la chorra al viento
No se nota nada de nada.
Todo este pump and dump es como una compresa
Y no va a pasar nada. NADA. Es absolutamente flipante que nivel de mangantes dirigiendo los USA
The Art of the TRINQUE, rubia
Personas diminutas con egos gigantescos.
De esto nos advirtió de La Boétie en su Discurso sobre la servidumbre voluntaria allá por el siglo XVI
Yira, Yiiiraaa
Ni 4 meses como presidente.
Es tan parodicamente stalinista que da risa, pero que desde el poder se quiera cambiar la historia siempre es peligroso.
https://www.4freedoms.es/p/la-guerra-contra-los-abogados
Si a algún despistado en Europa aún se le escapa pronto se caerá del guindo
No le gusta una entrevista y ATPC la primera enmienda
Como el sistema judicial no aguante la arremetida la puede liar muy muy muy parda
Lo de los famosos venezolanos del Tren de Aragua, por ejemplo. Ni siquiera han publicado los datos de quiénes son los deportados, sólo se conocen algunos por los testimonios de familiares o amigos, y los motivos son cuando menos ridículos (por ejemplo, viejos tatuajes, ni siquiera la comisión de un delito menor). Además, haciendolo en contra de órdenes judiciales instando a parar temporalmente el proceso de expulsión. Trump se está pasando por el forro los dos pilares del sistema judicial estadounidense, la probable cause y el due process, que están garantizados en la constitución estadounidense para CUALQUIER persona en los EEUU
Y tienes que leer las gilipolleces de Diony al respecto. Pobres venezolanos, si la única defensa con la que contaran fuera la de semejante tarado
Ahora les preocupa mucho el respeto al sistema judicial, los mismos que dicen "jueces fachas" en España.
Sí, claro, es "humanismo" y no es porque eso ahora forma parte del discurso contra Trump, por lo que si no estuviera Trump de por medio, a nadie le importaría. Antes los asquerosos venezolanos eran una raza impresentable e insoportable de fachas que contaminan el ambiente progresista de España escapando del paraíso socialista. Ahora que son parte del discurso contra Trump, son "pobrecitos".
Hace unos meses en Chile les quemaron un campamento y todas sus pertenencias a venezolanos que escapaban del socialismo para llegar al neoliberalismo. La respuesta del gobierno de izquierda chileno fue imponer más limitaciones migratorias a los venezolanos y quitarles los permisos. Pero era un gobierno de izquierda, y a nadie le importó, y nadie se indignó. La "indignación" viene dependiendo del victimario. Esas hipocresías de mierda de los zurdos me las conozco de memoria.
El del gusano en la cabeza ha encargado a un colega, tan magufo y flipado como él, que estudie el origen del autismo
¿Qué creen que determinará?
¡Emoción!
¡Intriga!
¡Dolor de barriga!
John Oliver sobre el tema de los aranceles